La póliza es un documento de contenido exclusivamente mercantil. Esto es, relativo al comercio, a las operaciones comerciales y a los elementos que intervienen. Se redacta de forma estandarizada por una de las partes contratantes, generalmente, una entidad financiera o crediticia, y  se emplea para contratos bancarios y financieros. Establece las obligaciones y derechos de las partes.

La intervención del notario, que se adiciona a la póliza, produce sobre ésta efectos propios del documento público, dotándola así de eficacia ejecutiva. En Almoguera Notario contamos con un equipo de oficiales que se encargan de  revisar el contenido de la póliza y velar porque se garantice la seguridad y legalidad del documento.

Por ello, si  necesita formalizar una póliza en Madrid, Almoguera Notario se convierte en la mejor opción. Le  asesoramos e  informamos  sobre las implicaciones y los requisitos legales que deben cumplir las partes.

El contenido de una póliza se desenvuelve a través de unas condiciones particulares y otras generales, indicando que se trata con frecuencia de contratos de adhesión.

• Condiciones generales: los principios básicos establecidos por el asegurador de carácter común para todos los contratos del mismo tipo. No pueden ser lesivas para los asegurados.
• Condiciones particulares: son aquellas que no se aplican a todos los contratos de un tipo, sino al contrato concreto que se suscribe. Es decir, recogen los datos propios y específicos de cada contrato. Por su carácter se aplican preferentemente sobre las condiciones generales.

Existen muchísimos tipos de pólizas. A continuación, resaltamos algunas de las pólizas más frecuentes que se pueden encontrar en el ordenamiento jurídico español.

• Póliza de afianzamiento: es el documento jurídico-contractual mediante el cual una persona garantiza a una entidad financiera las operaciones de crédito otorgadas a otra. Una póliza de afianzamiento funciona como aval indeterminado de una serie de operaciones de préstamo presentes o futuras. Es el marco para dar cobertura a líneas de avales, líneas de descuento, etc.
• Póliza de crédito: es un contrato de financiación muy común en el que básicamente se dispone de una línea de financiación con vencimiento en un plazo determinado, pero con disposición del capital prestado en función de las necesidades del propio cliente. Son un instrumento de crédito prácticamente desconocido en el ámbito de las finanzas domésticas, pero muy utilizadas por las empresas. A pesar de ello, también pueden ser contratadas por personas físicas y convertirse en solución para ciertas necesidades financieras.
• Y así también: Pólizas de aval y contragarantía, de descuento, de confirming, de leasing y factoring etc

A diferencia de lo que ocurre con escrituras o actas, que el notario  autoriza, en las pólizas el notario las interviene: da fe que las personas que otorgan un contrato mercantil en póliza lo han firmado delante suyo y han dado su consentimiento negocial. Así, llega a obtener los efectos privilegiados que establecen las leyes y pasan a convertirse en instrumentos públicos.

La función del notario adquiere especial relevancia en este tipo de contratos, ya que debe asegurarse de que el cliente es consciente en todo momento de lo que acordó y que su consentimiento es libre.

Además, la póliza ha de firmarse siempre en presencia del notario. De esta forma, se entiende que la firma se produjo en el mismo lugar y en la misma fecha de la intervención. Gracias a esta intervención notarial podemos asegurar que las pólizas tienen fe pública y que su contenido es veraz e íntegro de acuerdo con lo dispuesto en la Ley.