Cuando hablamos de herencias tenemos que hablar también casi por obligación de reparto y de partición de las mismas. ¿Cómo se realiza la partición y adjudicación de los bienes del fallecido?
Tanto si existe como si no existe testamento, la partición de la herencia podrá efectuarse ante notario siempre y cuando los beneficiarios alcancen un acuerdo de división llamado caudal relicto. En este caso, la escritura en la que se hagan constar las operaciones particionales contendrá lo siguiente:
- Descripción de los bienes que componen la herencia.
- Valor de todos esos.
- Declaratoria de los herederos (quiénes son, qué cuota les corresponde a cada uno y qué bienes se le atribuyen).
- La conformidad de cada uno de ellos.
Esta escritura, llamada “de partición y adjudicación de herencia”, permitirá al beneficiario cambiar a su favor la titularidad de los bienes inmuebles, como es el caso de las viviendas, pisos, fincas…, en el Registro de la Propiedad. Previamente deberá liquidar el impuesto de sucesiones y donaciones y el impuesto sobre el incremento de valor de los bienes de naturaleza urbana.
En el caso de que no exista acuerdo entre los beneficiarios de la herencia, independientemente de que exista o no testamento, la partición se llevará a cabo o podrá ser impugnada judicialmente. Para ello, como en todos los casos en los que haya que acudir a los tribunales, convendrá recabar los servicios de un abogado.
Ninguno de los herederos podrá vender los bienes que componen la herencia hasta que no le sean adjudicados de forma expresa y formal, tras la tramitación del procedimiento judicial o a través de la escritura de partición y adjudicación de herencia otorgada ante Notario.
Desde que tuvo lugar la crisis en el año 2007, se han triplicado las renuncias a herencias. Este rechazo se debe sobre todo a las deudas del difunto y a los impuestos que hay que pagar.
Si tienes dudas acerca de herencias, testamentos o cualquier otro trámite, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
